sábado, 22 de diciembre de 2012

Magic

Hace un par de días quedé con mi amigo Dani para tomar un café.  11 años han pasado desde que terminamos la facultad y nos habremos visto 3 o cuatro veces. Todas ellas con algo en común: parecía que no había pasado el tiempo. Él me contaba sus cosas como si siguiéramos viéndonos todos los días; y yo a él también.  Cuando nos despedimos, la misma sensación de siempre. No sabemos cuándo nos vamos a volver a ver, pero sí que cuando nos veamos, aunque hayan pasado un par de años, tendremos la misma complicidad y la misma confianza.
Darte cuenta de que estás ante alguien especial y de que es tu amigo de verdad es una de las sensaciones más bonitas que se pueden experimentar.  La vida cambia, tú cambias, lo hacen tus circunstancias, también el círculo de gente con la que te relacionas.  Pero a veces, sólo a veces, tenemos la suerte de contar con amigos que sabes que están ahí más allá de la distancia y del tiempo. Y poder compartir un café juntos como si te vieras a diario, es, sencillamente, mágico.

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