Patria, Minerva y María Teresa. Así se llamaban las tres hermanas asesinadas a golpes por el régimen del dictador dominicano Rafael Trujillo el 25 de noviembre de 1960. Las hermanas Mirabal. Las Mariposas. Unas heroínas para el pueblo dominicano y para muchos conocedores de la turbulenta historia de América Latina. Unas desconocidas para la gran mayoría al otro lado del Atlántico. Pocos saben que la efeméride de su asesinato fue elegida como fecha para el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
En
el Tiempo de las Mariposas es una novela publicada en 1994 por
la dominicana Julia Álvarez. Sus páginas narran la historia de estas tres mujeres
a través de los ojos de Dedé, la superviviente, la que ha dedicado buena parte
de su vida a mantener viva la memoria de sus hermanas.
La lucha de
las mariposas por librar a la República
Dominicana de la terrible tiranía de Trujillo las llevó a ser asesinadas cuando tenían 36,35
y 26 años. Entre las tres dejaron huérfanos a seis hijos y a todo un país que
veía en ellas una esperanza. Por eso eran tan peligrosas para el dictador. Por
eso las mandó matar.
La novela
tiene gran valor como relato histórico. Pero va más allá: toca el alma de quien
tiene la suerte de leerla. Quizás porque la mirada limpia y el coraje de las mariposas están muy presentes durante todo el relato. Quizás porque la historia de estas tres mujeres extraordinarias que no
se resignaron a la injusticia ni a la tiranía se queda grabada en la conciencia,
y no se va.
Su valentía ayudó mucho a que los dominicanos poco a poco le fueran perdiendo el miedo al despiadado
régimen de terror presidido por Trujillo. El asesinato de las hermanas supuso
el principio del fin para el sanguinario dictador. Seis meses después de que
encontraran los cuerpos de las mariposas, Trujillo era ajusticiado por un
grupo de hombres que actuaron, según muchos historiadores, movidos por el
crimen de las Mirabal.
Respeto,
admiración infinita y gratitud. Mucha gratitud. Es lo que te queda cuando, tras
recuperarte de la tristeza, terminas de leer la historia de Patria, Minerva y
María Teresa. Es lo que me ha quedado a mí.